
Estrategia: hasta el infinito y más allá
Cualquier tonto puede saber. La clave está en entender.
A. Einstein
Saber significa estar familiarizado con algo; las palabras, los hechos de la estrategia tal y como se comunican desde el equipo de liderazgo. Comprender es el siguiente paso, un estado deseado al ejecutar una estrategia. Comprender la estrategia es conectar los hechos con un contexto, es aplicar este conocimiento en diferentes entornos, con diferentes personas, en diferentes situaciones. Una mejor comprensión de la estrategia significa una mejor ejecución de lo que la estrategia debe aportar a la organización.
Pero comprender no es suficiente si se quiere sobresalir. Para alcanzar la excelencia en la ejecución, todos los empleados no sólo deben comprender la estrategia, sino también estar firmemente convencidos de que es la correcta y confiar plenamente en la capacidad de la organización para ejecutarla con éxito. Los empleados deben estar comprometidos con el éxito de la estrategia.
Como directivos tenemos la responsabilidad de dirigir el barco hacia esta excelencia, y a menudo lo hacemos por intuición y experiencia. Nada en contra de la experiencia, sino todo lo contrario, pero ¿no estaría bien disponer de algunos datos sobre nuestra posición con respecto al compromiso real del equipo con nuestra estrategia? ¿No estaría bien comprender mejor qué está lastrando la organización para ayudarnos a dirigir el barco de forma más eficiente hacia nuestros objetivos?
Medir el compromiso estratégico de la organización es una de las herramientas más infravaloradas que podemos utilizar para alcanzar la excelencia en la ejecución.